La Navidad es especial para Carlos Borja, porque el “capitán de todos los tiempos” celebra por doble partida, ya que también es su cumpleaños. El notable exfutbolista dice que cuando era niño pedía que le digan a Papá Noel que también era su cumpleaños para así recibir más regalos. “Como toda persona inocente, todos tenemos esa figura, pero con el paso de los años uno se da cuenta de cómo son las cosas”. Borja nació en Cochabamba en el día de Navidad. Él prefiere no decir el año para que no se sepa su edad.
Entre el cumpleaños y la celebración de la fiesta católica dice que lo más importante siempre fue el nacimiento de Jesús. “Nos reuníamos en la casa y el brindis era también por los demás, porque ese es el espíritu de la Navidad, de pedir paz en los corazones de la gente. En mi casa la ocasión tiene realce por mi cumpleaños. Nacer en este día para mí es una bendición de Dios, es mucha suerte”, señala Borja desde su residencia en el valle.
Entre risas sostiene que recibía solo un regalo, porque “también había que comprar para los otros miembros de la familia, así que mi regalo valía por dos, sí los abrazos se duplicaban y también los deseos. Ahora pasa lo mismo, aunque hubo ocasiones en las que le llegó más de un presente”.
Comer el plato favorito el día del onomástico es una tradición que mucha gente tiene en el país; en el caso del exfutbolista admite que tuvo que cambiar por la picana, presente en varios hogares por la tradición. “Me gusta el lechón y el asado a la olla, recuerdo que pedía eso para el cumpleaños, pero al final me acostumbré a la picana y ahora se puede decir que estoy comprometido con ese platillo de Navidad”.
Sin embargo, hoy será diferente para él, debido a que hace poco falleció su padre en Cochabamba, de manera que será la primera vez que no lo tenga a su lado en esta ocasión. “Es una parte de la vida que todos debemos asumir, pero es dolorosa la partida de un ser querido”.
Envió su mensaje al fútbol boliviano, pidió mejores días y más alegrías para la afición. “Siempre pido que haya paz y amor en todas las familias. Una buena Navidad es que todos asumamos la predisposición de brindarle cariño a la gente”.
Borja fue uno de los futbolistas más notables de la historia. Toda su carrera en la Liga la hizo en filas de Bolívar, del cual fue el gran capitán y con el que jugó además 15 ediciones de Copa Libertadores, 12 como campeón y tres como subcampeón. Asimismo, integró la selección mundialista de 1994 en Estados Unidos.
‘Todavía soy un chango’, dice
Está en el umbral de los 60 años, pero Carlos Borja prefiere no decir su edad. Cuando se le propuso la nota para hablar de su cumpleaños solicitó, entre risas, no preguntarle ese detalle. Considera que mantener el espíritu joven es primordial. Ese pensamiento lo ratificó participando hace poco en los entrenamientos de la selección nacional, a la que llegó como asistente técnico de Julio César Baldivieso. Hubo días en que realizaba la misma actividad de los futbolistas, trotaba con ellos y algún momento participaba en sesiones con el balón.
“La edad no quiere decir nada, todavía soy un chango”. Luego fundamenta: “Los años que uno tiene se reflejan en las ambiciones, los objetivos que se fija y la manera de comportarse, más si se trata de una persona pública. Mantenerse dinámico es lo que ayuda y vale”, según Borja.
Dice que se debe conservar el espíritu joven, “pensar así me enseñaron y aplicarlo es una manera correcta de vivir”. Aconseja a todos disfrutar de la familia y mostrar siempre solidaridad ante todo. “Hay que disfrutar y hacer que la vida sea tan intensa en todo lo que uno haga”, es su opinión.
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