La fractura de la base del peroné izquierdo que sufrió Ronald Raldes es historia. El zaguero de Colón de Santa Fe empezará mañana un nuevo desafío en su carrera y volverá a jugar en la Primera División del fútbol argentino. Atrás ha quedado un semestre dedicado a su recuperación y ahora su objetivo es jugar, volver a su nivel y tener chance de regresar a la selección de Xabier Azkargorta. No oculta su deseo de estar en los compromisos de las eliminatorias mundialista Brasil 2014 de septiembre y octubre
— ¿Está listo para volver?
— Estoy bien, he jugado cinco o seis partidos amistosos y voy sumando de a poco minutos que me van a permitir llegar al máximo de mi nivel. Se puede decir que lo peor ha pasado, ya estoy apto para jugar, aunque siempre debo tener algunas precauciones. Algún rato sigo con el trabajo diferenciado y de fortalecimiento muscular. Por más que me sienta bien, no tengo que dejar de lado nada.
— ¿A qué acuerdo ha llegado con Colón de Sante Fe?
— En enero, antes de mi lesión, me habían ofrecido algo. Una vez recuperado me han vuelto a manifestar su intención, de manera que he renovado por dos temporadas más con el club. Siempre he tenido la ilusión y el sueño de pelear y conseguir algo con Colón. Ahora tenemos torneo de Primera División, la Copa Argentina y la Sudamericana, en los tres queremos llegar lo más lejos posible.
— ¿Cómo fue su regreso a la actividad futbolística?
— En dos o tres partidos el equipo estuvo mezclado, pero en los últimos ya pusimos en la cancha el planteamiento que quiere el técnico. Es importante que me tome en cuenta, me da confianza, estoy agarrando ritmo y sólo espero el inicio de la competencia.
— ¿Cuáles son las aspiraciones de su club?
— Vamos a pelear por el torneo, no tenemos problemas con el descenso, y procuraremos también llegar a una Copa. Estamos tranquilos porque trabajamos bien, el sábado comenzamos contra Lanús. La Copa Sudamericana también es importante, es una competencia internacional y allí tenemos un objetivo claro, aunque también será complicado porque nuestro rival es Racing.
— ¿Qué opina de los cambios que se han dado en las últimas semanas en la conducción técnica de la selección nacional?
— De Gustavo Quinteros me dio mucha pena y alegría a la vez, poque es bueno saber que está en un club grande como el Emelec. El fútbol es así, a veces es un tanto ingrato con uno, pero ahora tiene una gran oportunidad de demostrar lo que sabe en Ecuador.Ahora, con Xabier Azkargorta, tenemos la esperanza y la ilusión de que se vuelva a repetir lo que hizo hace años con una clasificación al Mundial. Ojalá tenga comodidades para que trabaje y con lo que haga avance nuestro fútbol.
— ¿Tuvo la posibilidad de hablar con Azkargorta?
— Hace unos días me llamó, me manifestó la idea que tiene para su trabajo, me preguntó de mi lesión y otras cosas. Me comentó que para el amistoso del 15 no iba a ser llamado por el factor de tiempo, por el tiempo de descanso y el trabajo que vengo haciendo en mi club. Me dijo que no me preocupe, pero que para septiembre, para los partidos oficiales, me iba a citar. Pidió que encare mi trabajo tranquilo, estar bien, rendir al máximo y agarrar el mejor ritmo futbolístico. Si estoy en condiciones cuando llegue el momento, será él quien lo decida.
— ¿Es bueno que Azkargorta dé mensajes en sentido de que Bolivia aún tiene chance?
— Es así, hay que pelear hasta lo último. Los que están arriba en la tabla no están tan lejos, estamos a cuatro o cinco puntos de la zona de clasificación y esos son dos partidos, pero el objetivo es el mismo, hay que luchar, ser protagonistas y mantener la expectativa de llegar al Mundial. Es importante que uno rinda bien en su club para hacer lo mismo cuando llegue la convocatoria.
— ¿Cómo ha trascurrido el primer semestre para usted?
— Los dos primeros meses pasaron lento, cuando empecé a caminar fue más llevadero y mi familia me ayudó mucho, y me fortaleció. Estuve unos días en Santa Cruz, pude cambiar de aires para afrontar tres meses duros. Cuando empecé a correr me di cuenta de que iba a volver. También el apoyo del club ha sido importante, la lesión por suerte no trajo mayores inconvenientes y por eso quiero que mi vuelta sea con el pie derecho.
— ¿Tiene en mente volver a jugar en Bolivia después de terminar su contrato en Argentina?
— Voy a ver, porque tendré 33 años cuando acabe mi vínculo con Colón y puede pasar muchas cosas en este tiempo. También debo saber qué quieren mi señora y mis hijos, y yo ver cómo estoy en el aspecto físico. Veremos qué hago en un futuro, por ahora lo considero un poco lejano.
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