Cuando llegó a La Paz Fútbol Club le entregaron la misión de conservar la categoría. Deja el azulgrana con el objetivo cumplido, pronto comenzará un nuevo proyecto al frente de Real Potosí. Afirma que es consciente de que los técnicos son hijos de los resultados y está convencido de que le falta consolidarse como entrenador.
— ¿Es Oscar Sanz un director técnico consolidado?
— No, aún no, uno para consolidarse tiene que lograr algunos objetivos más importantes. Lógicamente este es el primer gran desafío que voy a tener como entrenador y espero que en este proyecto pueda consolidar mi imagen como director técnico.
— ¿Cuál fue el momento más crítico que pasó en La Paz FC?
— Fue cuando tuvimos esa racha difícil de siete partidos sin lograr resultados positivos, cuando el equipo no encontraba un rumbo. Fuimos a jugar al Perú y al retornar pudimos encontrar un mejor nivel, y básicamente triunfos, no cabe duda que esos momentos fueron los más complicados. Después hubo alguna situación de inestabilidad, el grupo hizo una serie de reclamos que ayudaron a que la situación se complicara.
— ¿Se le pasó por la cabeza renunciar en al algún momento?
— En determinado momento sí, porque me sentí decepcionado, pero los muchachos me convencieron para seguir mediante su manera de trabajar y actuar a pesar de las dificultades. Me demostraron una gran fortaleza de manera permanente y eso me animó a sobrellevar situaciones complicadas. En el último partido tuve la oportunidad de ver la capacidad mental que tenían para sacar un resultado favorable, para que el club permanezca en Primera División.
— ¿Qué le dejó La Paz Fútbol Club?
— Lo mejor, primero porque tuve la oportunidad de dirigir a nivel del fútbol profesional, por lo cual siempre voy a estar agradecido a este club. Posteriormente demostré que uno, a pesar de las diferentes circunstancias que le ha tocado vivir, salió adelante. Se trabajó mucho en el convencimiento de que uno podía trasladar al grupo su forma de pensar para finalmente lograr el objetivo por el cual me contrataron. Primero superé el punto promedio de Real Mamoré, luego que tratáramos de pe-lear para salvar el descenso indirecto, cumplimos ambos propósitos, por lo que junto a mi cuerpo técnico nos sentimos satisfechos.
— ¿Es más difícil pasar de ayudante de campo a DT? — Evidentemente hay una diferencia entre ser asistente y entrenador, porque siendo el técnico uno debe tomar las determinaciones finales sabiendo que el margen de error es mínimo. Uno tiene que hacer el mejor de los trabajos, convencer a un grupo; en cambio como asistente uno está para paliar ciertas circunstancias, dar una opinión, hacer un trabajo más de análisis; pero cuando uno dirige, la toma de decisiones es lo más importante y uno ahí tiene que demostrar toda su capacidad
— ¿En Real Potosí se hallará la tranquilidad económica para trabajar sin sobresaltos?
— Acá tenemos como obligación hacer un gran trabajo porque Real Potosí está acostumbrado a ser protagonista, a buscar clasificarse a torneos internacionales y ello obliga a dar un mejor esfuerzo, pero siempre acompañado de te la tranquilidad correspondiente en todos los aspectos.
— ¿Hay elemento base para formar un equipo competitivo?
— Hay un equipo base, aquello es lo más importante. Trataremos de hacer llegar jugadores que nos puedan fortalecer y mejorar el buen nivel de juego que ya tiene el plantel, trataremos que los refuerzos se adapten rápidamente para formar un equipo competitivo con un rol protagónico. Felizmente tuvimos una buena acogida por parte del aficionado y de los diferentes medios, y esperemos que a través del trabajo que realicemos podamos conformar a todos, porque sabemos que en el fútbol uno es hijo de los resultados; si estos acompañan, nos permitirán estar más tranquilos.
— ¿El dirigente en el fútbol nacional es exitista, resultadista?
— Con el directivo boliviano no ocurre lo que acontece en cualquier parte del mundo, si bien a veces hay instituciones que tienen proyectos más serios y respaldados, uno sabe que cuando los resultados no se dan, toman las mismas decisiones. Alguien siempre se tiene que ir, por lo general es el entrenador. Yo le pediría al dirigente boliviano que empecemos a analizar y proyectar un trabajo más serio en el fútbol de base, buscar los elementos y argumentos validos como para que en un futuro podamos masificar y mejorar la calidad en nuestro fútbol.
— ¿Sentirá más apoyo de los dirigentes al ser un cuerpo colegiado el que gobierna a Real Potosí?
— Acá hay otra estructura, uno ve desde el aspecto de la logística que todo es totalmente diferente. Veo en Real Potosí a un club más organizado en varios aspectos como para respaldar cualquier proyecto. Ahora, en lo personal, este plan, para mí y los integrantes de mi cuerpo técnico, es una motivación grande en un medio diferente, con otro entorno. Eso nos va a obligar a estar muy atentos y predispuestos a brindar nuestro mayor esfuerzo para que el equipo llegue a lo que pretende”.
Perfil
Nombre: Oscar Sanz
Fecha de nacimiento: Buenos Aires, 9 de agosto de 1957
Cargo: Nuevo entrenador de Real Potosí
Su estreno como director técnico fue en La Paz Fútbol Club. En años anteriores cumplió la función de asistente de varios entrenadores
Como jugador vistió varias camisetas
Llegó al país en 1978, vino procedente del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. Se desempeñó en la cancha como zaguero central. Stormers de Sucre fue el club que lo trajo al balompié nacional, luego jugó en Independiente Unificada de Potosí, Chaco Petrolero, Litoral, Always Ready y Universitario de Sucre, club en el que se despidió del profesionalismo.
Como director técnico, empezó su trayectoria como asistente en Universidad Católica con el argentino Luis Omar Campos, luego con Juan Américo Díaz en Always Ready. También pasó por las divisiones menores de la Academia del Balompié Boliviano, posteriormente trabajó con Víctor Barrientos en The Strongest y Bolívar.
Fue colaborador de Ricardo Fontana y de Carlos Leeb, con quien trabajó en Universitario. Este año asumió como técnico la conducción de La Paz Fútbol Club. Es casado. Sus hijos son: Andrea, Nadia, Rebeca, Oscar y Valeria. Sus nietos son Sebastián, José Ignacio, Amelia, Ana Belén, Santiago y Matías.
Asegura que conoce el medio potosino, la manera de pensar de la gente. “Son muy exigentes, entonces uno sabe que tiene un gran desafío por delante, lo que me da tranquilidad es que la gente también me conoce. Saben que siempre he sido responsable y que voy a dar el mejor esfuerzo para que Real pueda pelear por los puestos de vanguardia”.
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