¿Cómo te sentiste?
Me sentí extraño, porque cuando era niño pensé en jugar en la selección paraguaya, ése era mi sueño. Pero las circunstancias fueron diferentes, porque en Bolivia me abrieron las puertas y estoy muy agradecido por eso. Además, tengo dos hijos bolivianos. Pero no pierdo mi esencia de ser paraguayo, porque toda mi familia está en Asunción. Y lo tomé como un partido porque soy profesional.
¿Qué te dijeron tus familiares?
Mi padre y mi madre me estaban reclamando por los goles. Pero mis amigos estaban felices por mi desempeño, pero tristes porque anoté a Paraguay. Convertir goles es muy lindo, pero no estoy contento ni eufórico como en otras situaciones.
¿Cantaste los himnos?
No canté los dos himnos por respeto. Me quedé en silencio porque soy de Paraguay y medio boliviano. Pero sí canté los dos himnos cuando jugamos la anterior eliminatoria en Paraguay y perdimos por uno a cero por el penal que convirtió Cabañas.
¿Cómo amaneciste?
No dormí toda la noche. Apenas amaneció, me puse a conducir, porque no caigo en lo que sucedió. Es algo muy especial por los tres puntos, pero no cambia nada. Seguimos abajo en la tabla, y sé que a Paraguay le irá bien porque tiene buenos jugadores y logrará grandes cosas.
¿Por qué se le ganó a Paraguay?
Llegamos con varias bajas y, además, fue un partido raro por los debutantes. Pero manejamos bien la pelota, aprovechamos las oportunidades y fuimos contundentes, a diferencia del cotejo con Chile en el que no anotamos por más opciones que tuvimos. Pero se vio que Paraguay sintió el jugar en la altura. Nosotros lo sabemos porque vivimos ahí y la prensa tiene que tomar en cuenta eso, que es complicado jugar a más de 3.600 metros de altitud.
¿Qué te dijeron los jugadores paraguayos?
Me felicitaron. Nelson Haedo, Paulo Da Silva y Cristian Riveros me dijeron que siga adelante, me trataron bien, pero me sentí muy extraño.
¿Las cosas cambiaron con esta victoria para la Selección Boliviana?
A nosotros nos da fuerzas. Sabemos que no somos una potencia, pero nos faltan dos partidos de local ante Perú y Uruguay y vamos a ver qué podemos hacer en el exterior, ya que empatamos ante Argentina, y jugando en el exterior, Bolivia se cierra bien. Aún no están los cuatro clasificados ni el que jugará el repechaje; aún falta jugar. Por eso es que tenemos la fe de que todo se volverá a encaminar.
“No dormí toda la noche. Apenas amaneció, me puse a conducir, porque no caigo en lo que sucedió. Es algo muy especial lo que sucedió”.
“Fue un partido raro, pero manejamos bien la pelota, fuimos contundentes, a diferencia del cotejo con Chile en el que no anotamos”.
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