Era como su madre y por eso la adulaba bastante. “Con 83 años, mi abuela Clementina Banegas estaba sanita. Se notaba su fortaleza. Fue duro perderla”, lamentó el delantero cruceño de Aurora, Gabriel Ríos, que vivió una odisea cuando tuvo que recorrer hospitales en busca de atención para su ser querido, que al final no resistió la falta de aire y falleció afectada por el Covid-19. Esta historia de terror se está repitiendo en especial en Santa Cruz.
“Si tenés coronavirus es mejor quedarte en casa, porque una vez te meten a un hospital salís en una bolsa negra”, sostuvo Ríos, que durante un mes y sus días estuvo elaborando pan junto con su abuela para distribuirlo entre los más necesitados. “Fue al inicio de la cuarentena, luego paramos porque era muy peligroso contagiarse al distribuirlo entre la gente que nos hablaba”, recordó.
El exjugador de Blooming y Wilstermann, entre otros equipos, aún no le informó a su abuelo Rolando Ríos, de 94 años, sobre la partida de su pareja de toda una vida. “No he dormido los últimos días pensando en lo que pasó, y no le he comunicado aún a mi abuelito que ella falleció el lunes. Él cree que sigue en el hospital. Tampoco mi tía sabe de la muerte de mi abuela, ella estuvo internada en el hospital Obrero tras a una cirugía en la cabeza y luego le dio Covid-19” contó compungido.
Ríos explicó que el domingo cuando le comenzó a faltar el aire a su abuela la llevó al hospital de El Remanso, pero no encontró espacio. Luego se trasladó al hospital Obrero, donde sí la atendieron, pero no hubo respirador para su abuela. “Ahí falleció el lunes, cuando ya no aguantó más. La impotencia que tengo es enorme. Esto no tiene que seguir pasando”, concluyó.
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