A sus 32 años, Rafael Subirana encara su segunda temporada como árbitro de la División Profesional. No le fue fácil llegar a la máxima categoría del fútbol boliviano. Para conseguirlo debió quemar etapas, como todos, empezando en su barrio de la Villa Primero de Mayo.
Su relación con el fútbol data desde muy joven, cuando soñaba con ser futbolista profesional. Trabajó duro para lograrlo porque fue arquero en la Primera B de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) en el club 3 de Mayo. Después tuvo un corto paso por Real Santa Cruz, La Paz FC y entre el 2012 y 2013 defendió los colores de Destroyers.
“En Destroyers estuve muy cerca de llegar a la Liga, cuando el equipo jugó el descenso indirecto con La Paz FC, que finalmente se quedó en el fútbol profesional. Luego de ese desenlace me desmotivé y dejé de entrenar. Como en mi barrio sabían que era futbolista me hablaban para que les dirigiera sus partidos. Así fue como empecé a tener gusto por el arbitraje y en ese momento no faltaron los amigos que me aconsejaron que me inscriba a los cursos de la ACF”, recordó Subirana, que en la asociación dirigió en todas las categorías hasta el 2018.
El ex portero hace notar que sus maestros fueron árbitros que hoy dirigen en la División Profesional y son sus compañeros. Es el caso de Juan Nelio García, Ivo Méndez y Guery Vargas, a los que seguía cada vez que les tocaba dirigir.
El primer partido que dirigió en la División Profesional fue el 28 de abril de 2018. Le tocó arbitrar el partido Sport Boys y Royal Pari que terminó empatado sin goles. “Fue un partido tranquilo. En ambos equipos me reencontré con amigos, que me conocían de mi etapa de arquero. Me desearon lo mejor”, contó y, además, destacó el apoyo de los ex árbitros Efraín Castro y Joaquín Antequera, a quienes considera sus mentores.
“Mirando los partidos de televisión también se aprende y por eso incluso sigo las ligas de Alemania, España e Inglaterra en las que hay muy buenos árbitros”, dijo.
¿Y qué hace ahora que no hay fútbol y, además, no hay ingresos? Le consultamos. Subirana explicó que forma parte del grupo de árbitros que entrenan diariamente con un preparador físico de la FBF y cuando está libre colabora a su hermana en una tienda de abarrotes.
“Gracias a Dios no le falta a mi familia el pan de cada día. Espero que pronto vuelva al fútbol y cuando toque estaré listo para volver dirigir nuevamente”, sostuvo.
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