El lateral derecho de The Strongest y de la selección nacional de fútbol, Saúl Tórres, se encuentra en Sucre cumpliendo con la cuarentena por el coronavirus. En su ciudad natal, se dejó fotografiar cuando realizaba un trabajo de albañilería, oficio que aprendió en su niñez cuando era ayudante de su padre.
“Las fotografías son de cuando estábamos haciendo un vaciado en el ingreso de la casa de mis suegros. Sé lo básico del oficio porque en mi niñez, durante mis vacaciones, era ayudante de albañil de mi papá. Él me enseñó a trabajar”, dijo Tórrez a DIEZ.
El ahora futbolista profesional recuerda que en el barrio Japón, zona en la que viven sus padres en Sucre, se construyó el colegio Hugo Poppe, donde trabajó su padre y Saúl fue su ayudante.
Pero Saúl soñaba con ser futbolista y a sus 16 años comenzó a jugar en un equipo de la asociación de Sucre, mientras tanto siguió sus estudios de colegio, salió bachiller e inició la carrera de profesor de Educación Física, que abandonó tras el primer año.
En 2012, a la edad de 22 años, debutó en Universitario en un partido internacional por la Copa Sudamericana en Uruguay y a partir de ese momento su carrera futbolística fue ascendente.
Después pasó por Real Potosí, volvió a la ‘U’ de Sucre, también integró Nacional de Potosí y el año pasado firmó para The Strongest. Actualmente tiene 30 años, pues nació el 22 de marzo de 1990.
El 3 de marzo de 2019 debutó en la selección nacional como titular en el amistoso que Bolivia jugó contra Nicaragua en Villa Tunari, empatando 2-2. Unos días después volvió a estar desde el pitazo inicial ante Corea del Sur en suelo asiático, donde la Verde cayó por 1-0. El seleccionador era Eduardo Villegas, quien lo siguió convocado para otros encuentros.
En marzo de este año volvió a ser llamado a la selección para las eliminatorias, esta vez por César Farías, pero debido al coronavirus los partidos ante Brasil y Argentina fueron suspendidos con fecha aún por definir.
“Me dejó un sabor amargo el hecho de que se suspendieran los primeros partidos de las eliminatorias, quería jugar ante esas dos grandes selecciones y no dejar pasar la oportunidad de mostrarme”, afirmó Torres.
Saúl junto a su esposa Marcela Torres y su hijo Radamel, de 6 años, se encuentran en Sucre desde el 19 de marzo. ‘Chiqui’, como le dicen, no deja de entrenarse en solitario, pues trabaja vía Zoom con sus compañeros de equipo y también suele hacer una labor agregada al conectarse a Instagram para reforzar la parte física con unos entrenadores mexicanos.
Saúl Torres, que solía trabajar en las construcciones hace años, ahora sigue construyendo con humildad su propio destino en el fútbol. (18 JUN 2020)
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